En un cajón había varios estuches: en la zona norte las pinturas color pastel, en otro las oscuras, en otro las llamativas, etc.
Las pinturas pastel eran las más apreciadas, los cuadros que hacían eran los más cotizados y por ello se las cuidaba más.
Un día, una pintura del estuche de las oscuras (la azul oscuro), decidió, animada por sus compañeras, que debía cambiar de estuche.
Las pinturas pastel eran las más apreciadas, los cuadros que hacían eran los más cotizados y por ello se las cuidaba más.
Un día, una pintura del estuche de las oscuras (la azul oscuro), decidió, animada por sus compañeras, que debía cambiar de estuche.
Saltó del estuche. Rodó por el cajón y en un último esfuerzo entró en el de las pastel.
Estas, en cuanto entró se apartaron y empezaron a cuchichear, (como se atrevía, ese color no encajaba en sus cuadros).
Pero, un día, el pintor quiso hacer un cielo nublado por el que entrase un rayo de luz que iluminase el paisaje. Y utilizó la oscura. El cuadro tuvo mucho éxito.
Las pastel entendieron que juntos eran mejores.
Una preguntó: “¿no tendrás una amiga verde oscuro?”
Estas, en cuanto entró se apartaron y empezaron a cuchichear, (como se atrevía, ese color no encajaba en sus cuadros).
Pero, un día, el pintor quiso hacer un cielo nublado por el que entrase un rayo de luz que iluminase el paisaje. Y utilizó la oscura. El cuadro tuvo mucho éxito.
Las pastel entendieron que juntos eran mejores.
Una preguntó: “¿no tendrás una amiga verde oscuro?”
Muy bonito tu relato=)
ResponderEliminartodos somos necasarios y útiles si queremos serlo =)
ánimo