martes, 9 de noviembre de 2010

La emigración. Dos miradas. (cuento II)



Dos palos clavados en el suelo, cinco niños jugando al fútbol y un turista blanco mirando por la ventana. Son muy buenos.
Les ofrece la oportunidad de jugar en España, en equipos reconocidos a nivel mundial. Ellos piensan lo que conlleva, abandonar todo, emigrar, lugar nuevo, gente nueva… pero al fin y al cobo es el sueño de muchos niños. Aceptan.

Juegan en infinidad de equipos, viajan por todo el mundo y sus cuentas corrientes empiezan a llenarse.
Pasan los años y ya nada queda de aquellos niños que jugaban descalzos con un balón de trapo. Todos han tenido las mismas oportunidades, pero no todos son conscientes de su suerte.

Unos donan a fundaciones parte de sus ingresos, colaboran para que otros niños tengan oportunidades parecidas.
Pero otros despilfarran, compran y olvidan lo difícil que es estar donde están. Olvidan aquel campo y aquel balón. Viajan por todo el mundo, pero no pertenecen a ningún sitio.

Las mismas oportunidades pueden ser aprovechadas y vividas de formas muy diferentes.

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