lunes, 8 de noviembre de 2010

Mi miedo. Su miedo.



El domingo pasado, según volvía de casa de Alfredo en el metro entró un grupo de chicos, se sentaron en los asientos de enfrente y los de mi fila, excepto el que estaba a mi lado.

Un chico se quedó de pie con tal de no sentarse a mi lado. Estaba muy enfadado y dijo a sus “amigos” que tenían que echar a suertes quien se sentaba al lado de la “guachupi”.

No me podía creer lo que estaba oyendo; en cuanto el tren paró, me levanté y me bajé del vagón, ¡no quería oír nada más!
Cuando se cerraron las puertas, el chico que no quería sentarse, me miró y se rió, no tuve valor para mirarle a la cara y miré al suelo.
Creo que no iba a hacerme nada, pero… ¡Dios mío, qué miedo pasé!

¿Nunca te has sentido intimidado por grupo?

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